Julienne Gallardo – Directora
El dolor que causa la pérdida de un hijo, en este caso una niña de diez años, Lorena Alejandra, nunca se olvida, se trasciende. Permanecen los momentos vividos en la memoria de toda la familia y son parte de quienes somos. El deseo de prolongar en el tiempo la memoria de esta niña, despertó en el Lic. Juan Gallardo Moreno, el anhelo de crear una Fundación en su memoria.
La historia personal de la familia del Lic. Juan Gallardo M., se remonta al Siglo XVI, cuando su lejano antepasado llegó de Andalucía, España, y se estableció en Jalisco. Al haber nacido en 1906, su vida fue testigo de la mayoría del Siglo XX. Vivió la Revolución, la muerte de su madre a los 14 años, el despojo de todos los bienes familiares y la guerra Cristera. Se graduó de Derecho en la Universidad Jesuita y se vino a la Ciudad de México a forjar su camino. El Lic. Gallardo trabajó la mayor parte de su vida en la Administración Pública y creyó siempre en el futuro de su país y en su transformación. Creer en el futuro, es creer en la preparación y posibilidades de su juventud. Esa fe en la bondad innata de nuestros jóvenes mexicanos fue la base que, desde el inicio, nos impulsó a apoyarlos en el área de su educación, y, garantizar de una manera integral, la conclusión de sus estudios de Licenciatura. En este deseo y compromiso de 40 años, ha existido amor profundo por el país y sus jóvenes y agradecimiento por las oportunidades brindadas.
Como hija mayor, tuve desde su inicio, la bellísima oportunidad y confianza de mis padres, para encabezar esta generosa iniciativa que me ha permitido la oportunidad de conocer a mi país no solo desde mis ojos y mi experiencia, sino a través de los ojos y vidas de jóvenes de todo el país. Jóvenes que luchan por trascender circunstancias adversas, tanto en lo económico como de su entorno. Jóvenes que demuestran, con hechos, su valor. Cerca de 800 jóvenes han concluido sus estudios, y como ciudadanos independientes, contribuyen a sus familias y al país.
Me siento, en lo personal, sumamente afortunada. He dado de mi y he recibido de más. Me siento parte de este gran país que amo y he podido contribuir con mi granito de arena. Cada uno de ellos, confío, hace lo mismo en su vida con su ejemplo.
A medida que miramos hacia el futuro, nos comprometemos a mantener vivos los valores que como familia nos han formado y son parte fundamental de esta Fundación. Estos valores nos unen y como comunidad perdurarán, pasen los años que pasen y tomen nuestras vidas caminos diferentes. Nuestra misión y esencia perdurarán.