“Tuve el privilegio de conocer personalmente a Don Juan Gallardo, de escuchar por qué abrió la Fundación, pero sobre todo qué esperaba de las y los jóvenes becarios, y era un apasionado del compromiso por el país. Nos quería activos, comprometidos en la acción cotidiana, haciendo mil cosas al mismo tiempo, no sólo buenos estudiantes, sino ciudadanos y ciudadanas involucradas en el cambio.”